En el mundo de hoy, está bien visto que las mujeres paguen… ¡pero no siempre!
Si le preguntas a tu abuelita, seguramente te dirá que el hombre es quien debe pagar en una cita. Si le preguntas a tu mamá, es probable que responda que la cuenta debe compartirse, aunque sea preferible que él pague. En esta época, ya es común que las mujeres paguemos la cuenta o compartamos las responsabilidades financieras no sólo en salidas a pasear o a tomar algo, sino también en la casa.
En una primera cita, lo ideal es que él sea quien pague, aunque si ya han salido en varias ocasiones, está bien que sea la mujer quien se ofrezca a cubrir el costo, aunque finalmente él se niegue.
Sin embargo, aún hay hombres que no permiten, en ninguna ocasión, que la mujer sea quien pague la cuenta. No está mal, y responde al instinto de los hombres de ser proveedores y cubrir las necesidades de su mujer.
Además, algunos hombres consideran que el hecho de que su mujer pague, les resta poder y puede hacerlos ver como dependientes ante los demás, así que en ese caso será mejor que negocien cómo es que cubrirán las cuentas cuando salgan.
Piensa que a veces la cuestión económica no será tan abundante para ninguno de los dos. ¿Por qué no propones una cita en la que no tengan que gastar demasiado? ¿Qué tal un romántico picnic en un parque, una caminata por la ciudad o ir a un museo? No siempre tienen que ir al restaurante más chic o a la sala VIP del cine. ¡Aplica tu creatividad!
