Mejore la comunicación.
Se suele dar mucha importancia a la imagen pública de un proyecto o empresa; sin embargo, se descuida la interna, que es la salvia que los nutre. Diseña un plan donde la mejora del diálogo y todas las instancias sea tan potente que nadie diga “yo no me enteré” y todos pasen a expresar “estoy orgulloso de ser parte”.
Sostener instancias de feedback.
Esta es una herramienta fundamental para retroalimentar cada momento con devoluciones que permitan la mejora continua. Recuerda que feedback no es sólo hablar, sino que se ratifica mediante los pequeños gestos cotidianos.
Mentoreo interno.
Está demostrado que lo que se practica se aprende mejor. Busque aquellas personas con más experiencia en un campo y diseñe un programa para inducir a otros, y viceversa. Promueve el intercambio entre generaciones, y verás como muchos de los problemas de brechas se van encaminando.
Conocer los problemas y encauzar soluciones.
Los líderes y responsables necesitan sentarse arriba de las dificultades, y ser los facilitadores. En la práctica, muchos suelen ser “complicadores” de las cosas. Este cambio de actitud es decisivo.
*PERIODISMO