Un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague determinó que la mejor forma de bajar de peso y tener una dieta equilibrada es tener un patrón de consumo que sea bajo en hidratos de carbono y alto en proteínas.
Este plan de alimentación, publicado como libro en Dinamarca en 2012, se basa en una investigación sensata: un gran estudio europeo conocido como el Proyecto Diógenes que comparó cinco dietas diferentes para ver cuál funcionaba mejor manteniendo el peso perdido.
Un total de 773 adultos que ya había perdido un promedio de 11 kilos, fue distribuido entre las cinco dietas, cada una basada en una combinación diferente de proteínas y carbohidratos de distinta composición y grado de absorción. Brand-Miller, co-autor de la edición australiana de “La mejor dieta del mundo”, cree que a menudo pasamos por alto la capacidad de hacernos sentir llenos de estos alimento.
No hay hidratos de carbono mullidos esta dieta. En cambio, se basa en verduras frescas, fuentes de proteínas magras como pescado, aves, legumbres, nueces y productos lácteos y alimentos granulados densos como el pan de centeno, centeno y cebada. La receta del libro de centeno con manzana y avellanas es el polo opuesto de cereales livianos para el desayuno.
La razón por la que estos hidratos de carbono robustos satisfacen más que sus primos más refinados como el pan blanco, no es sólo que mantienen los niveles de azúcar en la sangre más estable, explica Brand-Miller. También estimulan las células en el intestino que producen una de las hormonas de la saciedad que necesitamos para sentirnos satisfecho. Estas células se encuentran en el fondo de los intestinos, un lugar al que los hidratos de carbono fácilmente digeribles nunca llegan porque son degradados y absorbidos en la mitad superior del órgano, detalla Miller.
*PERIODISMO