John Krasinski debuta en la silla de director con Un lugar en silencio, cinta que pone a una familia en el centro de una situación extrema de supervivencia. El mundo ha sido invadido por criaturas extrañas que, aunque son ciegas, tienen el sentido del oído increíblemente desarrollado. Así se nos presenta a los Abbott, quienes han adoptado el silencio como un medio para sobrevivir.
El punto fuerte de Un lugar de silencio es su capacidad de mantener la tensión en cada momento. La audiencia comprende que cualquier movimiento en falso podría resultar catastrófico. No importa si se trata de un juego de mesa o el lavado de ropa. Eso permite que el lenguaje visual sea inteligente y distinto de lo que estamos acostumbrados a ver en la pantalla grande. Solo esperen a ver el último cuadro de la cinta y verán de qué estamos hablando.
Un lugar en silencio va más allá de ser una película que busca hacerte brincar. Es un drama familiar profundo que explora temas como la culpa y el enojo. Es gracias a eso que la película logra sobresalir de entre tantas otras propuestas de terror. A pesar de que no cuenta con una historia de origen clara, Un lugar en silencio es una sólido thriller y una ópera prima interesante. La audiencia saldrá tensa, pero al final no es un filme que busque hacerte sentir cómodo y eso la hace especial.
*CHILANGO