La tele nos miente todo el tiempo y de muchas maneras, pero esto es real: la crisis de los 30 existe. A continuación varios testimonios que te harán sentir identificado:
1. Cambié de trabajo tres veces en un año. Cora, 30 años.
Después de cinco años haciendo más o menos lo mismo, sentí que ya era hora de un cambio. Nunca pensé que serían tres y que me daría en la madre en cada salto.
2. Me compré una moto. Felipe, 29 años.
Me siento cool con mi moto.
3. Me casé. Mariana, 29 años.
Así.
4. Me voy a perforar la nariz. Cristina, 29 años.
Es algo que quise hacer en la Prepa pero no me dejaba mi mamá y tampoco me atreví. Ahora digo: lo voy a hacer porque no lo pude hacer antes.
5. Empecé a coleccionar tenis. Anuar, 30 años.
Creo que fue mi forma de decir: puedo tener «ondita», no importa la edad que tenga.
6. Quiero un PlayStation 4. Omar, 30 años.
Estoy en eso de no saber si aún soy chavo o soy ruco o chavorruco; de cambiar pedas por cenas; y de estar entre un PS4 o adelantar una renta. Está medio culero.
7. Quiero estar mamado. Uriel, 29 años.
Perdí 12 kilos, estoy yendo al gym, cambié grasa por proteína y rutinas, y todo porque quiero que digan «mira a ese treintón, qué rico está».
8. Renuncié a cuatro trabajos este año. ALV todo.
Paulina, 29 años.
9. Me deprimí- Sergio, 30 años.
Estaba triste. Me daba flojera la vida, por más ganas de hacer cosas, incluso haciéndolas, me daba igual todo.
10. Corté con mi novio de toda la vida. Denise, 29 años.
Me di cuenta que nada es para siempre. Me di cuenta de que en unos años, me sentaré y pensaré seriamente si quiero hijos, y probablemente mi respuesta sea sí y él no quiere, pero ahora estoy en una relación con alguien 12 años más grande que ya quiere todo: hijos, boda, casa, perro y gato… y no sé. Por ahí va mi crisis.
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