Como si se tratara de una mala broma o pésima metáfora que envuelve a la cultura oriental, esta extraña maravilla se encuentra ubicada en Asia central, muy cerca de Uzbekistán y Afganistán y se trata de un hoyo incandescente que no deja de arder desde hace 46 años.
Todo empezó en 1971, cuando un grupo de geólogos soviéticos creyeron encontrar un yacimiento de gas natural durante una prospección en la zona, pero mientras trabajan y como si se tratara de la boca de una enorme bestia, el suelo se abrió y se trago la maquinaria y el campamento.
Ante el suceso, los científicos notaron que, en realidad, habían encontrado un cueva subterránea repleta de gas natural, por lo que decidieron prenderle fuego, creyendo que se apagaría en unos días, pero no podían estar más equivocados. Desde aquella fecha ese hoyo está ardiendo día y noche, como si se tratara de la puerta al Hades.
El cráter se encuentra muy cerca de la pequeña aldea de Darvaza, la cual se ubica sobre un desierto que representa aproximadamente el 70% del total del territorio nacional de Turkmenistán, ese pequeño país que cuenta con grandes cantidades de petróleo y gas natural.
El pozo tiene 69 metros de diámetro y 20 metros de profundidad. Sin embargo, a pesar de varios intentos por apagarlo, el cráter sigue ardiendo como lo hizo desde el primer día.
*CODIGOESPAGUETI