La práctica se centra en la relación de lo físico y el espíritu, dando prioridad a la entrega mental para ir mucho más allá de lo terrenal. Según esta doctrina esotérica, hay que enfocarse en el momento presente y en la energía del individuo para alcanzar el éxtasis.
Algunos señalan que solamente hay que tener relaciones una vez al mes para así acumular la energía sexual y tener un desempeño más placentero, el cual estará basado en caricias, respiración y meditación.
Los expertos recomiendan usar velas aromáticas, incienso, música de relajación y disponer de bastante tiempo para disfrutar el sexo tántrico, además de mantener una respiración coordinada con tu pareja, todo con la finalidad de estar equilibrados en la misma energía.
Este acto íntimo requiere que ambos estén presentes en el momento con sus cinco sentidos para enfocarse en lo que está sucediendo. Es de suma importancia el juego previo a la penetración, así que concéntrense en masajearse, besarse y estimularse durante un largo tiempo.
Aunque suene cursi, durante este proceso se recomienda tocar el pecho de tu pareja para sentir los latidos de su corazón, además de mirarlo fijamente a los ojos y conectarse. En resumen, el sexo tántrico se basa en la paciencia y en la consciencia del acto sexual, haciendo de lado la urgencia del deseo y el orgasmo, el cual llegará a su debido tiempo.
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