Aunque hayamos comido suficiente, siempre queda hueco para el postre. Es ese antojo extra de algo dulce después comer, aun a pesar de haber quedado satisfechos. Pero, ¿por qué ocurre?
Resulta que hay una razón científica para este fenómeno: se llama saciedad sensorial específica.
Es decir: cuando comes solo un tipo de alimento, es decir, la comida salada, después de un rato desarrollas una disminución de tu apetito por ese tipo de sabor.
Tu estómago está lleno, tu apetito por comida salada quedó saciado, pero aún queda antojo (no hambre) de comer otro tipo de comida: la dulce. De hecho, la saciedad sensorial específica ayuda a explicar por qué cuando vas a un bufet comes más de la cuenta. Todo se debe a la variedad de sabores y alimentos.
*SWAGGER