Tras difíciles experiencias en el amor, Sylvia (autora de La Campana de Cristal) se enamoró del poeta Ted Hughes. Con él inició una relación tomentosa y tuvo dos hijos: Frieda y Nick. Sin embargo, ser la sombra de su esposo y dejar su pasión por la literatura para convertirse en un ama de casa, la llevó a decidir su muerte.
Un día, Sylvia despertó, hizo el desayuno para sus hijos y después de habérselos entregado en su cuarto cerró la puerta la de la cocina, tapó todos los huecos y abrió la llave del gas del horno para meter su cabeza y morir.
*SWAGGER