La comida tiene un impacto directo sobre tu rendimiento cognitivo, por lo que una mala elección en el desayuno puede estropear el resto de tu jornada.
La parte complicada de esto es que el organismo no procesa todos los alimentos con la misma velocidad; algunos como la pasta, el pan o los refrescos, liberan su glucosa rápidamente generando mucha energía, pero seguido de una caída de la misma.
Friedman asegura que aunque la gran mayoría sabe esto de forma casi intuitiva, aun así toma malas decisiones sobre lo que come. En primer lugar porque la misma baja de energía complica el decidir inteligentemente los alimentos, en segunda porque la comida chatarra se antoja más.
Por su parte investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero en Argentina, afirman que es posible tener un mayor rendimiento y llegar al final de la jornada en mejores condiciones físicas y mentales al hacer pequeños cambios dentro de la dieta y los hábitos diarios.
Aunque no sean tus favoritas, recuerda que siempre debes incluir verduras y frutas en tu dieta ya que son buenas para tu salud y productividad. En un estudio de la , los participantes que las consumían diariamente reportaron sentirse más felices, comprometidos y creativos.
FUENTE: http://prodigy.msn.com/