Aceptémoslo, a veces cuando no nos queda de otra aplicamos una que otra “mentira piadosa” para evitar problemas.
Desde la clásica “estoy ahí en 5 minutos”, hasta el “dame 5, yo te marcó”, a veces las mentiras blancas son nuestra mejor opción que decir esa aburrida honestidad, que en ocasiones nos mete en problemas.
Llego en 5 minutos, o peor aún estoy a dos cuadras, cuando en realidad apenas te estas bañando o vas saliendo de tu casa.

“No te ves gorda”, porque esta mentirilla puede evitar la tercera Guerra Mundial.

“Te dejo, tengo muchas cosas que hacer” cuando en realidad no haces nada.

“¡Siiii!, yo te hablo más tarde para salir” Todos cuando no quieren salir de fiesta

«-¿Vas a ir?
-No puedo, estoy muy ocupada.»

*TKM