De acuerdo con un reciente estudio donde se analizaron las características personales de más de 14 millones de usuarios de la red de citas extramaritales AshleyMadison.com, existe un momento en la vida en el que somos más propensos a ser infieles. ¿Quieren saber cuáles son? Ahí les van:
Recién casadas
De acuerdo con este estudio, las mujeres recién casadas que se comprometieron por alguna clase de presión como el familiar (padres) o deber social, recurren a la búsqueda de una “aventura” con tal de no enfrentar su decisión y evitar el tener que aceptar que se equivocaron de pareja o que nunca estuvieron realmente enamorados.
Hombres con una relación de más de 4 años y estrenándose de papás
Durante el embarazo y la llegada de un hijo, normalmente las dinámicas de pareja cambien. Durante el periodo de gestación es probable que la madre rechace sexualmente a su pareja y una vez nacido el bebé, ellas le dedican prácticamente todo su tiempo. Ellos no quieren perder la estabilidad que les proporciona una familia, pero no dejan de desear satisfacer sus impulsos sexuales y volver a sentir que son el centro de atención de alguien más.
Mujeres con una relación larga, mínimo unos diez años
Algunas mujeres sienten que después de cierto tiempo de relación sus parejas dejan de ser detallistas o que han cambiado con ellas y dejan de esforzarse por seguirlas conquistando. Sienten que su relación se vuelve rutinaria y el sexo es muy escaso y libre de pasión, y lo que ellas buscan es una persona que las haga sentirse deseadas de nuevo.
Personas en general que buscan de algo especial
Hombres y mujeres que buscan una nueva experiencia y por pena o miedo al juicio no se atreven a decirle a su pareja que quieren experimentar con algo “diferente”, buscan en las relaciones de infidelidad complacer esos anhelos “sin arriesgar” su relación, la cual bien puede satisfacerlos en muchas otras áreas.
*LAFIERA