¡Ya basta! Es momento de dejar atrás la flojera, la inercia de los recientes meses, y ponernos en forma.
No solo por la situación mundial, sino porque estar en el peso correcto es una de las principales metas que la humanidad debería tener hoy en día.
Si no te has convencido, no puedo hacer nada, porque la intención debe venir de ti. Pero si sabes que lo debes hacer, solo que no sabes cómo, ni por dónde empezar. ¡Sigue estos consejos prácticos, útiles y efectivos!
1. Pregúntate ¿Por qué o para qué hacer ejercicio? Parece una respuesta fácil, sin embargo, es la más compleja de responder porque hay que ir profundo en el tema. Puedes decirte a ti mismo que es para estar más sano, porque te lo recomendó un ser querido o porque quieres ponerte una playera o blusa pegada ¿Pero de verdad es lo que quieres? No me quiero poner intenso y mucho menos orillarte a ir a terapia (que sí deberías), pero encontrar TU verdadero PORQUÉ hará la diferencia entre hacerlo como parte de un estilo de vida o quedarse como “un propósito más” para tener una vida más saludable.
2. Si no me siento motivado ¿cómo lograrlo? Dicen que la motivación viene de afuera y la inspiración de adentro ¡Dile cómo quieras! Pero encuentra “eso” que te hace lograr algo! Ya que tienes claro el por y para qué hacerlo, encuentra UNA RAZÓN CONCRETA PARA HACER LO QUE SABES QUE DEBES SABER. Por ejemplo:
- Hoy voy a hacer 30 minutos de cardio ¿por qué en concreto? La respuesta va desde: para tener las piernas más firmes y lucir mejor los jeans; hasta para quemar el pan dulce de ayer. ALGO CONCRETO
- Hoy voy a cenar vegetales y proteína porque el fin de semana ¡me quiero comer una pizza!
3. Ten un programa integral y un calendario: debes poner la actividad en tu agenda de manera que sea alcanzable para ti. Piensa en el número de días que crees que podrás entrenar ¡sin fallar! Más vale ponerte como meta 2 días, y entrenar 3; que agendar 5 y solo hacer 2.
Especifica días, horarios y actividad. Tan detallado como puedas. Por ejemplo, si entrenas por tu cuenta:
- Lunes 7am a 8am: salir a correr por 30 minutos
- Miércoles 6pm a 7pm: Clase de pilates que transmiten live en “x” canal
- Sábado 8am a 9am: Hacer rutina HIIT con el equipo en el parque
- Día extra: hacer 30 a 60 minutos de cardio: baile o bici.
¡Y cumple cada tarea!
4. Piensa cómo te sentirás después: Te confieso que me pasaba antes (cuando podíamos ir al gym a cualquier hora y sin cita), que a veces llegaba de malas, exhausto, arrastrándome y harto, pero a los 10-15 minutos de entrenar viene el subidón que da gracias a la cascada de endorfinas, serotonina y otros químicos que dan placer. Y dicha sensación alegre se mantiene un buen rato y aumenta si en tu mente te repites que lograste tu meta
5. ¡Busca un compañero! Siempre ayuda un cómplice, tanto para ir al gym, o para hacer mejor la dieta, o hasta para platicar mientras entrenas. Si eres muy social es mucho más importante de lo que crees. En el caso del ejercicio, hay quienes lo disfrutan mucho más acompañado y no necesariamente ambos tienen que hacer lo mismo, pero saber que hay alguien con quien llegar y con quien irte al terminar ¡puede hacer que te den ganas!
6. Entrena la Fuerza de Voluntad: Se dice que es cuando la motivación entra en acción. Prepara escenarios y entornos que favorezcan el que te sientas bien. Si no descansas o no duermes bien, no tendrás ganas de entrenar; lo mismo si no comes bien (azúcares y grasas en exceso) o no tomas agua. ¡CUÍDATE Y PROCÚRATE! Come al menos 3 veces al día y toma 1.5 litros de agua. Duerme al menos 6 horas y procura descansar.
Si te sientes bien es más fácil que cumplas con tu meta del día. Si te da mucha flojera ¡decídete y hazlo! ¡Punto! Es algo que quieres -ya quedamos- ¿no?
7. ¡Haz que valga la pena, recompénsate! Tal cual ¡Prémiate! Y no me refiero a meterte un pastel cada vez que entrenes o comprarte una bolsa o zapatos (si tienes lana ¡vas!). Luego de tu meta cumplida, date tiempo de hacer una actividad placentera que disfrutes, desde meditar, tomar una clase de yoga o regalarte una hora viendo una serie o peli con un café que ames, una copa de vino o un postrecito. ¡Se vale! Es un cariñito para ti.
¡De verdad! Revisa estos 7 puntos, léelos con calma y ponlos en práctica. El enfoque que le di es para el ejercicio pero aplica para cualquier actividad que “te cueste trabajo” hacer, pero que sabes debes lograr.