Las cosas siguen tensas en Estados Unidos y Donald Trump ha optado por acentuar su discurso sobre el uso de la fuerza contra las manifestaciones por el asesinato de George Floyd. Tras un fin de semana movidón para el magnate, la tarde del 1º de junio apareció en conferencia de prensa para condenar las protestas y llamarlas “actos de terrorismo nacional”.
Para hacerle frente a este problema, el presidente de Estados Unidos amenazó con usar al ejército, que se abrirá paso en las calles para sofocar la violencia.
El mensaje del presidente de “la ley y el orden”
“Movilizo todos los recursos federales disponibles”, dijo el mandatario en una conferencia organizada en el jardín de las rosas de la Casa Blanca.
Este ha sido el primer mensaje desde que las protestas contra el asesinato de George Floyd cimbraron a Estados Unidos —y a la ciudad de Washington DC.
“Estos no son actos de protesta pacífica, son actos de terrorismo nacional“, aseguró Trump al explicar que en las protestas se coló el movimiento Antifa —supuestamente el grupo responsable de los actos vandálicos en las manifestaciones. Después, el magnate tuvo tiempo para advertir a los gobernadores que si no contienen la violencia, entonces lanzará al ejército a la calle.
Tras esta advertencia o amenaza, sucedió otro momento polémico.
La imagen del día
Esta imagen fue retomada en las portadas de medios internacionales y causó el asombro entre los ciudadanos de Washington DC. ¿Por qué? Después de la conferencia, Donald Trump se lanzó a la iglesia de St. John —un templo que se incendió durante las protestas del fin de semana y que está ubicado frente a la Casa Blanca.
Peeeeeero, para que su equipo y él pudieran llegar, la policía militar tuvo que dispersar a la gente que se congregaba de manera pacífica.
El método fue cuestionado, pues con gases lacrimógenos la policía abría el paso a Donald Trump, para que finalmente el presidente posara frente a la iglesia de St. Johns con una biblia en la mano.
Autopsia independiente
El 1º de junio, una autopsia independiente halló que la muerte de George Floyd fue un asesinato y que el ciudadano afroamericano murió por asfixia “por presión sostenida”.
Es decir, la compresión del cuello y la espalda de George Floyd derivó en una falta de flujo sanguíneo al cerebro.
Esta autopsia fue dada a conocer por el abogado de la familia de Floyd, Benjamin Crump. Estos resultados se contraponen al reporte de la policía de Minneapolis, que informó que la muerte del ciudadano afroamericano se debió a un “incidente médico”.