¿Tienes miedo de perder una amistad? Es algo que puede pasar, pero también lo pueden evitar. Te decimos cómo cuidar la relación con tus amigas.
Una amistad, al igual que una relación amorosa, se debe cuidar. Muchas veces creemos que las personas pueden ser nuestras amigas de manera incondicional, pero lo cierto es que, como con cualquier tipo de interacción humana, son relaciones que se deben cultivar y fortalecer día con día. ¡No dejen que las cosas se pongan difíciles! Te decimos algunos factores que pueden provocar el rompimiento de una amistad, y cómo evitarlo.
MUCHA DISTANCIA Y POCA COMUNICACIÓN
La vida a veces nos pondrá el reto de la distancia con las personas que más queremos. Puede ser que alguien se mude, exceso de trabajo o cosas por el estilo. Y una manera de que la amistad quede intacta, es incrementar la comunicación para que todo quede en orden. No hay excusas: la tecnología puede ser de mucha utilidad, ya sea con servicios de mensajería o por mails. Pero si con la distancia, no hay comunicación, es fácil perderle la pista a una amistad.
¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS DE LA AMISTAD?
Aunque la idea de una amistad incondicional suene romántico, lo cierto es que cada amistad puede tener una intención distinta. Los mejores amigos de tu vida LABORAL no son los mismos que tus mejores amigos de tu vida PERSONAL. Fijar esas expectativas puede ayudarte a darle un rumbo y una intención a esas relaciones para no descuidarlas. No olvidemos que dichas zonas pueden evolucionar: alguien del trabajo se vuelve casi una hermana, y pueden empezar a trabajar con alguien que estaba en lo personal. El objetivo es ir trabajando esas amistades de acuerdo a las situaciones.
COMPASIÓN, SINCERIDAD Y COMPAÑÍA
Las amistades están para hacernos compañía, en buenos y malos momentos. A veces nuestras amigas podrán darnos un buen consejo, y a veces lo que necesitaremos será sólo compañía. La presencia de estas tres palabras pueden ser cruciales para que una amistad tenga una vida próspera y madura.
CAMBIOS DE ESTILO DE VIDA
Mientras crecemos, vamos madurando y evolucionando, y hay veces en que las amistades tomand caminos TOTALMENTE distintos. Estilos de vida y velocidades totalmente contrarios que podrían no compaginar con la relación. ¿Y sabes cuál es la solución? Lo mismo que hemos dicho anteriormente: buena comunicación. No importa qué tan contrarios se vuelvan los ambientes, mientras la amistad se siga cultivando, no tendrían por qué afectar tanto. Y cuidar una relación puede ser con detalles de cuidado, ni siquiera tiene que consumir mucho tu tiempo, que seguro se va en trabajo, salud y si tienes una noviazgo, todavía más demandante. Una amistad sana vive a partir de hablar con la otra persona y compartir momento.
¿Y SI ACABA LA AMISTAD?
Ahora bien, ¿qué hacer si acaba la amistad? Tranquila. Puede ser un proceso doloroso, pero es la muestra de que dos personas han crecido por caminos separados, pero no significa que tiene que ser un adiós (esto, claro, si hablamos de amistades sanas y ni tóxicas). Son cosas que pasan, pero una amistad fuerte y bien enraizada se puede retomar, con esfuerzo, energía, dedicación y comunicación. No tengan miedo es hablar de pausas o dejar claro que estarán un poco ausentes, aunque siempre contarán mutuamente en que se apoyarán en lo que necesiten. La claridad en las relaciones es un atributo que puede dar pie a amistadas sanas largas. ¡No tengan miedo en hablarlo!