A veces ayudar a los demás es algo que nos hace sentir bien, pero ¿Hasta qué punto puedo ayudar a alguien sin afectarme a mí?
Ayudar a los demás es una cualidad muy buena de los seres humanos. Sin embargo, existe una línea muy delgada entre ayudar a los demás y ser complaciente. Cuando eres una persona complaciente y antepones las necesidades de los demás antes que las tuyas, llegas a ese momento donde ya no eres realmente feliz. Aquí te damos unos consejos para poner en práctica.
¿Por qué somos una persona complaciente? Según la terapeuta y psicóloga Abigail Brenner, las personas se hacen complacientes cuando después de hacer una buena acción, se sienten recompensados. Las personas complacientes les gusta recibir atención y elogios que los haga sentir bien con ellos mismos.
Esto lleva a las personas complacientes a tener dependencia de otras personas como relaciones de pareja o amigos. Las personas de tu alrededor esperan que siempre estés disponible y que siempre estarás ahí para ellos y cuando eso no sucede, se decepcionas y afectan tu autoestima.
Tal vez te haya gustado la idea de que la gente piense en ti de cierta manera. Las personas agradables pueden estar vinculadas a ser la persona «ideal», en la que las personas siempre pueden confiar. Tal vez la gente lo vea como el «reparador», alguien que hace el trabajo y hace que la situación sea correcta. Tal vez la gente lo vea como alguien que puede lograr grandes cosas.
Pero eso no es real y eso no te hace feliz. No hay nada de malo en hacer buenas obras para los demás. Brindar nuestro tiempo, energía y, a veces, dinero es cómo contribuimos a la sociedad, cómo a menudo devolvemos a nuestra comunidad. Sin embargo, complacer a los demás no es la solución para ser feliz.
CUIDA TUS PROPIAS PRIORIDADES Y NECESIDADES
El primer paso para ser feliz es pensar en ti mismo. Antes de ofrecer tu ayuda a los demás piensa primero si está dentro de tus posibilidades. Tú importas igual que la persona que está a tu lado. Hay que entender que no se puede cumplir todas las necesidades de todos al mismo tiempo, y no pasa nada.
QUÉ NO TE IMPORTE EL QUÉ DIRÁN
Qué no te importe lo que digan los demás de ti. Sí, se siente bien que las personas te digan lo valioso que eres, pero de igual forma no se siente bien cuando no cumples con sus expectativas. Así que no te sientas culpable, aprende a valorarte a tu mismo.