En 1986, una mujer de 44 años ingresó a un hospital de Estados Unidos con un dolor similar al que padecen quienes están por sufrir un paro cardíaco; sin embargo, en las arterias del corazón no había coágulos que arriesgaran su vida. Después de analizar el caso, se descubrió que el corazón de la paciente no funcionaba con normalidad. La mujer sufría del síndrome del corazón roto.
La miocardiopatía Takotsubo, como se le conoce a este extraño padecimiento desde la década de 1990, se produce después de un episodio de mucho estrés, como una pelea amorosa o la muerte de un ser querido.
El estrés provoca la liberación de catecolaminas, sustancias similares a la adrenalina, que tienen un efecto tóxico ocasionando el aumento de la frecuencia cardiaca y la contracción del corazón. La persona que sufre del “corazón roto” puede presentar varias síntomas similares a los de un paro cardíaco: falta de aire, dolor en el pecho y el brazo izquierdo, sudoración fría y cansancio durante varios días.