¿Cuántas veces te ha pasado lo de mojar la almohada? Quizá te avergüence un poco y tu gente se cachondee. Pues eso se acabó. Lo de la vergüenza, no lo de babear. Tú sigue como una babosa, a tu rollo, que es buena señal. ¿No te lo crees? Sigue leyendo.
En definitiva, si chorreas como una babosa es, en realidad, porque tienes el cerebro en marcha. Muy lejos y como un eco imperceptible, pero ahí está, trabajando a tope en sus cosas.
Durante la fase REM el control mandibular se apaga y los músculos de la cara se relajan tanto que la boca se abre. La función de deglutir se detiene. De pronto dejas de tragar saliva, un acto que suele ser involuntario y automático. Pero no dejas de producir babas, porque la boca debe mantenerse ligeramente húmeda. El ritmo de generación de líquido no es tan grande como cuando estás despierto, pero sigue activo. La mandíbula se suelta, se relaja, y toda esa saliva que sigues produciendo sale sin vergüenza alguna a empapar la almohada, las sábanas y hasta el colchón.
Hacer un charco de babas quiere decir que has dormido realmente bien, que te has relajado lo suficiente como para desconectar del todo. Es decir, que has descansado como debe descansarse. La verdad es que lo preocupante sería no babear nunca. Ahí podría haber un trastorno del sueño, falta de descanso.
*CADENADIAL