Bernie Deitrick, un ingeniero de Consumer Reports, explica qué sucede cuando un objeto de metal se encuentra con un microondas.
“La radiación de microondas puede producir un campo eléctrico concentrado en los extremos, esquinas o bordes de objetos conductores”, dice, “que puede calentar el objeto en ese punto, ionizar el aire circundante, o permitir que las chispas salten entre los puntos”.
En lenguaje sencillo: cualquiera de esos efectos puede provocar un incendio en tu horno de microondas.
Para minimizar los riesgos, todos los objetos metálicos deben retirarse de los artículos que estás calentando en el microondas. Nunca uses un recipiente metálico, o platos con decoración metálica, en un horno de microondas. Y, en general, no te quedes al lado del microondas mientras esté funcionando (como no te quedarías cerca de un horno mientras se hornea).
*PERIODISMO