Volverse adulto no es como lo imaginamos, de hecho, una vez que alcanzas cierta edad comienzas a extrañar tu época de estudiante, cuando la única preocupación que tenías era la de entregar tus tareas a tiempo. Afortunadamente, quienes vivieron el rigor de una escuela tuvieron un entrenamiento único y especial, con el cual desarrollaron superpoderes que les permitieran enfrentar este duro ritmo de vida que el trabajo nos impone.
SÚPER MEMORIA DE EMERGENCIA
Sabemos que los programas de estudio contemplan una gran cantidad de materias a cursar durante el mismo período escolar, lo cual a veces hacía imposible entregar tareas, preparar exposiciones y hasta estudiar para los exámenes.
Aun con ello, la mayoría de las veces lográbamos salir bien parados, pues bastaba con leer un acordeón, o darles un repaso a los apuntes unos 10 ó 15 minutos antes para llenarnos del conocimiento necesario que nos permitiera alcanzar al menos la mínima calificación aprobatoria.
PREDECIR AMENAZAS
De alguna manera, muchos desarrollaron una especie de «sentido arácnido» para detectar cuando alguien estaba a punto de actuar en tu contra, sobre todo a la hora de la salida, cuando de la nada podías verte inmerso en un pleito callejero. Después de convivir tantos años en este ambiente, seguro aprendiste a leer las miradas, los gestos y las palabras, aunque a veces la paranoia puede hacer que veas cosas que no están ahí.
*DAILYTREND