Ahora que sabes cómo funciona la carga de la batería, es hora de ver qué podría estar frenando tu viejo teléfono mientras se carga. Lo más probable es que se deba a uno de los siguientes motivos:
Malos accesorios
La razón más directa por la que tu teléfono podría estar cargando más despacio que antes podría no tener nada que ver con el teléfono. En cambio, podría ser un cable o adaptador defectuoso, o una fuente de alimentación débil.
Los cables USB se usan mucho, especialmente en hogares con múltiples usuarios y dispositivos. Estos cables a menudo se caen, se doblan, se guardan en lugares donde las temperaturas pueden variar significativamente, e incluso se puede pisar. Por lo tanto, antes que nada, cambiá el cable y fijate si eso elimina el problema. También deberías cambiar el adaptador y ver si eso hace la diferencia.
Problemas en los puertos
Tu cable no es el único elemento que podría tener problemas por la carga diaria. El puerto de carga de tu teléfono también podría sufrir daños. Chequea el puerto por corrosión u obstrucción. Si bien es probable que esta no sea la razón por la que tarda más tiempo en cargar tu dispositivo, al menos deberías descartarlo.
Para esto último, usa una linterna y una lupa para mirar dentro del puerto de tu teléfono. Intenta quitar cualquier objeto extraño (pelusa, polvo, etc.), teniendo mucho cuidado de no dañar los componentes del puerto. ¿Nuestro consejo? Usa un palillo de plástico para quitar cualquier objeto. También se recomienda usar un cepillo pequeño y suave dentro del puerto.
*periodismo