En Clearwater Florida, dos policías irrumpieron en el funeral de un hombre de 30 años para desbloquear el teléfono de un difunto mediante su huella dactilar y así poder continuar con la investigación de su caso.
Las autoridades colocaron la huella del fallecido identificado como Linus Phillipe en el sensor del celular, sin conseguir el desbloqueo del teléfono. Linus Phillipe, fue detenido un mes antes por la policía quien le disparó seis veces en la espalda por intentar huir de la autoridad antes de ser registrado.
La familia mostró inconformidad ante el procedimiento; sin embargo, Charlie Rose, profesor de leyes de la Universidad Stetsone mencionó al medio Tampa Bay Times que es completamente legal.
«Si bien una persona fallecida no tiene mayor interés personal en lo que queda de su cuerpo, definitivamente la familia sí lo tiene».
Victoria Armstrong, esposa del fallecido mencionó “Me sentí violada y me faltaron el respeto”, mismo sentimiento que compartió con Martha Hicks, madre de Linus:
“Lo mataron después de su 30 cumpleaños. Oh Dios, cumplió 30 años el 11 de marzo. Es demasiado, solo queremos saber qué pasó “.
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