Esta nueva especie fue bautizada “Solbolla” (en inglés “Sunion” de la suma de las palabras SUN=Sol y ONION=cebolla) y es el resultado de un programa natural de cruzamiento que viene desarrollándose en granjas de Nevada y Washington desde la década de 1980.
Según explican, es una cebolla dulce y de sabor suave que no deja ese regusto fuerte y picante. Sin embargo, lo que realmente la distingue de la mayoría de las otras variedades es que no causa lágrimas en los ojos cuando se la pica.
Al cortar una cebolla “normal”, se libera un compuesto volátil llamado factor lacrimatorio. Cuando eso llega a nuestros ojos, el cuerpo produce lágrimas para reducir la irritación. Lo interesante de las cebollas que todos conocemos es que la cantidad de factor lacrimatorio aumenta cuanto más tiempo llevan almacenadas las verduras. Por lo tanto, cuanto más viejas sean, más llorarás. En cambio, en el caso de estas nuevas cebollas, los niveles de ese compuesto volátil molesto disminuyen a medida que pasa el tiempo, hasta que dejan de tener efecto para las personas.
Esto es lo que los productores de Solbollas aseguran, y los informes de aquellos que tuvieron la suerte de probarlas parecen confirmarlo. El Huffington Post hizo que tres de sus reporteros cortaran algunas Solbollas: aparentemente ninguno de ellos derramó una sola lágrima. Según el Washington Post, no tienen la acritud de las cebollas regulares y son tan dulces que puedes comerlas “como palomitas de maíz”.
*PERIODISMO