Tocar un instrumento puede ser más poderoso que hacer una rutina de ejercicios para mejor las capacidades intelectuales, creativas y sicológicas. Esto se refleja en el libro del autor norteamericano Glenn Kurtz, llamado Practicando: el regreso de un músico a la música, allí el autor narra su deseo de la infancia de convertirse en músico, su posterior frustración y el retorno a la actividades musicales.
Kurtz define el instante de tocar cada nota como una sensación embriagadora que agudiza sus sentidos y le cambia el cuerpo. Más allá de lo poético de sus reflexiones, eso es cierto porque implica poner en funcionamiento cada área del cerebro, especialmente la visual, la auditiva y la motriz. Esa destreza cerebral, permitirá que también se traslade a otros ámbitos.
Se ha comprobado que esto incrementa la actividad del cuerpo calloso del cerebro, que separa los dos hemisferios, lo que permite que los mensajes lleguen más rápido y por diversas rutas. En consecuencia, quienes adquieran este tipo de prácticas podrán resolver problemas en forma más eficiente y creativa en diferentes aspectos de la vida.
Además, al tener que elaborar y comprender el sentido de los mensajes, se registra que los índices en sus funciones ejecutivas son mayores, debido a que llevan a cabo un conjunto de tareas interrelacionadas que incluye la planificación , la estrategia y la atención de los detalles.
*PERIODISMO