La hora en punto
Te recomendamos poner fin a ese desparrame de horas: si fijas el horario de las cuatro comidas principales del día (a las clásicas, sumale la merienda) te será más fácil planificar los alimentos más saludables para cada momento. El secreto está en la planificación.
Veinte veces
Tomate con calma tus comidas y así estarás cumpliendo una de las recomendaciones nutricionales por excelencia. Baja los decibeles y mastica al menos veinte veces cada bocado. Además de saciarte más rápido, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán porque así aprovecharán mucho mejor lo que ingiere.
Bajo en grasas
Si consumes productos bajos en grasas (carnes o lácteos) no quiere decir que puedas aumentar la cantidad, pero te ayudará a restringir el porcentaje de esta substancia que, como sabes, va en contra de toda buena alimentación. No sucumbas al placer inmediato: ¡la salud que te aporta una dieta equilibrada es mucho más satisfactoria a la larga!
*PERIODISMO