Hace tres años les conocimos a Pepper, el robot japonés con sentimientos, un armatoste amigable que estaba diseñado para consolar a los depresivos y acompañar en la euforia y felicidad a su dueño, convirtiéndose en el robot ideal para hacer compañía a los ancianos y los forever alone de todas las edades.
Ahora tendrá un nuevo empleo: Sacerdote. Pero no cualquier tipo de sacerdote. Aprovechando su capacidad para consolar, la compañía SoftBank Group -responsables del sofisticado robot- lo reprogramó para que ahora se convierta en un monje budista que oficia sepelios.
El Pepper budista usa una pequeña bata igualita a la de los sacerdotes budistas, que le da una apariencia de monaguillo, y está programado para cantar diferentes sutras y mantras budistas. A pesar de que suena raro, la idea es que apoyar a los japoneses budistas de bajos recursos, quienes muchas veces no puedan permitirse pagar un sacerdote budista que cante, mientras otro oficia el rito. Gracias al Pepper sacerdote los familiares del fallecido sólo tendrán que pagar 50,000 yenes (450 dólares) por los servicios del robot, una mínima parte del sueldo de un sacerdote convencional. Eso sí, tendrá que ser asistido por un sacerdote normal, con un mínimo de entrenamiento para interactuar con el robot.
*codigoespagueti