Ya parece una frase hecha o un lugar común, pero es verdad: el acoso callejero está fuera de control. No es que haya más ahora (tampoco digo que haya menos), pero es un hecho que ningún país ha conseguido erradicarlo.
Así que, para tratar de lidiar con el problema, además de las medidas legales, existen distintos dispositivos de defensa personal que funcionan con descargas eléctricas o el clásico gas pimienta.
En China desarrollaron una nueva opción más: se trata de un lanzallamas anti-pervertidos.
El soplete de bolsillo contienen propano para disparar llamas de hasta 50 centímetros a temperaturas de mil 815 grados centígrados.
Este dispositivo tiene un costo de entre 6.35 y 40 dólares, dependiendo de los materiales y capacidades del mismo. Algunos, por ejemplo, incluyen una carga adicional de propano.
Pero, ¿es legal su uso? Ni en China ni en México lo es. Aunque lo uses en defensa propia en caso de acoso o violación, serías también sujero de investigación por portación ilegal de arma.
Sin embargo, no deja de llamar la atención el tipo de medidas extremas para combatir un problema tan cotidiano y arraigado en muchas sociedades.