Este 14 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día de la Hipertensión Arterial, una enfermedad crónica caracterizada por el incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias.
Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con consensos internacionales una presión sistólica sostenida por encima de 139, o una presión diastólica sostenida mayor de 89, están asociadas con un aumento medible del riesgo de aterosclerosis, es decir infiltración de líquidos en las paredes de las arterias, y por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.
Los factores de riesgo de la tensión arterial alta o elevada son: alto consumo de sal, una dieta con alto contenido de grasas o colesterol, falta de actividad física, sobrepeso, obesidad, consumo de tabaco o beber demasiado alcohol. Sin embargo, los especialistas aseguran que el factor hereditario también influye para que se presente esta enfermedad, pues si nuestros papás u otros familiares cercanos padecen de esto es más probable que el mal aparezca.
Incluso, a la hipertensión arterial se le conoce como “el asesino silencioso” y los síntomas que ocasiona son: dificultad, respiratoria, dolor de cabeza, vómito, cambios en la visión, vértigo, hemorragias nasales, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales. Es importante mencionar que para prevenir la hipertensión arterial, es importante: llevar una dieta saludable, evitar ingerir alcohol en exceso, evitar el consumo de tabaco, realizar actividad física de manera regular y evitar el estrés.
FUENTE: http://www.periodicodigital.mx/
