A este peculiar homicida se le imputan 33 asesinatos de jóvenes del sexo masculino. Este hombre adquirió el sobrenombre de ‘Payaso Asesino‘ debido a que le gustaba disfrazarse de payaso para animar desfiles y fiestas infantiles, donde se hacía llamar Pogo el Payaso.
Como muchas de las historias de asesinos en serie, la de John Wayne comparte también ciertos rasgos en común, como el hecho de haber tenido una infancia difícil en la que sufrió diversos abusos de parte de su padre alcohólico, al que se esforzaba por complacer, sin lograrlo. Cuando Gacy tenía 9 años de edad sufrió abuso sexual por un amigo de la familia. La inconstancia en sus estudios lo obligó a trabajar por un tiempo en una funeraria, no obstante, tiempo después logró graduarse y conseguir un empleo como vendedor. En 1964 contrajo matrimonio y comenzó a tener una vida social y política bastante activa.
Su vida matrimonial estuvo marcada por diversas dificultades de tipo sexual, pero lo que terminó definitivamente su relación conyugal fue el abuso sexual que el ‘Payaso Asesino‘ cometió contra un menor, por lo que fue sentenciado a cuatro años de cárcel, logrando salir poco tiempo después. Gacy logró ocultar su pasado criminal y se mudó a Illinois donde abrió su propio negocio y se casó por segunda vez. Para ese momento Pogo ya era considerado un miembro respetable y destacado de su comunidad, llegando a posar junto a la que sería la Primera Dama, Rosalynn Carter.
En 1976 se divorció por segunda vez y dos años después fue investigado por la policía por la desaparición de un chico al que se le vio con él. Gacy terminó confesando sus crímenes. Dijo que mató por primera vez en el año de 1972 y que el hecho le causó gran satisfacción sexual; de ahí no pudo parar más. Declaró haber enterrado a 28 de sus víctimas en su propio jardín, mientras que las otras cinco las arrojó a un río. Sus víctimas oscilaban entre los 9 y los 20 años de edad y murieron torturadas y abusadas de múltiples formas.
Pogo, el Payaso Asesino fue ejecutado en 1994 por inyección letal, y sus últimas palabras fueron: “bésenme el trasero. Jamás encontrarán a los demás”. Tiempo después, mientras se hacían obras en la casa de su madre, fueron encontrados por lo menos 4 cuerpos más.
*AZTECATRENDS