No importaba que saliera el último Play Station, la última Barbie o la última avalancha, nuestros papás cada cumpleaños o día especial, por ejemplo, Reyes Magos, se encargaban de regalarnos un juguete de verdad: que fuera de uso rudo; que no necesitara pilas (para que no diéramos lata con las AA o las temibles AAA); y que echara a volar nuestra imaginación.
Así comenzó nuestra pequeña colección de juguetes mexicanos tradicionales que incluye desde trompos, hasta los famosos luchadores. ¿Te acuerdas de alguno?
Balero
Nos enseñó el verdadero dolor. Cada vez que intentábamos jugar con él, nos llevamos fuertes golpes y moretones en las manos. ¿Parábamos? No, de hecho soportábamos el dolor con tal de meter esa bola de madera sujeta en un cordón, a la punta del palo.
Matraca
Al principio los papás nos la daban con mucho gusto, luego no sabían cómo quitárnosla por el ruido que hacíamos en la casa. ¡Karma!
Boxeadores
Hechos de madera, estos juguetes eran muy fáciles de usar y podíamos pasar horas de diversión tratando de derribar al adversario.
Lotería
Este juego podía entretenernos por hora. Bueno, siempre y cuando ganáramos. La dinámica seguro la recuerdas: poner un frijol en la imagen que el gritón iba nombrando hasta completar el tablero que teníamos. Nuestro hit, sin duda, era gritar: ¡LOTERÍAAAA!
Tablitas Mexicanas
Este juguete es una serie de tablas de colores de madera unidas por unos listones que al estirarse parecen estar unidas y no moverse, pero al tomarlas de uno de los extremos crea la ilusión de que una de las tablitas se desprende y se dirige hacia el otro extremo pero sin separarse de las demás.