Los meseros saben todos esos argumentos no son más que pretextos para no que los comensales no le caigan con la “propina” y lo han aprendido tan bien que ya hasta se saben uno que otro truco psicológico para que la gente les colabore.
La calidad de los alimentos no influye tanto.
En una publicación con 14 estudios diferentes se encontró que la calidad del plato influye muy raras veces en la cantidad de dinero que se les dejan a los camareros. Son otros factores los que marcan la diferencia. Sin embargo un buen mesero siempre debe tener un platillo que recomendar.
Sonreír hace la diferencia.
El simple hecho de mostrar todos los dientes con gentileza ha salvado a más de un mesero de no recibir propina. La sonrisa está asociada a un gesto de amabilidad y gentileza y nadie, absolutamente nadie puede ser un villano con alguien gentil. Para que esto funcione es necesario, por supuesto, que la sonrisa parezca sincera.
Presentarse amablemente
Aunque parezca un poco desalmado a veces las personas olvidan que están tratando con otras personas por el simple hecho de que éstas les están sirviendo. Si te dedicas a la mesereada seguramente lo sabes y en vez de enojarte tal vez ya tengas una solución. Una de ellas es presentarte amablemente con tu nombre al comienzo, antes de que ellos sepan que van a ordenar, así lograras empatía por los comensales. Esto logra que los meseros obtengan hasta un 23% mas probabilidades de recibir una buena propina.
*TKM