Son adictivos…
Un beso apasionado aumenta el pulso y la presión arterial, dilata las pupilas y la respiración se hace más profunda.
Te ayudan con tus alergias.
Un estudio japonés comprobó que 30 minutos de besos podrían ayudar a controlar la producción de histamina, sustancia química segregada como respuesta alérgica al polen.
Te hacen sentir bien, feliz.
Cerrar los ojos y dejarte llevar por un beso apasionado es bueno para el corazón y mejora nuestros estados de ánimo porque quedamos con una sensación de satisfacción.
Te recuerdan a tu mamá… ok, ¡no! Algo así…
Estudios muestran que el 80% de madres diestras/zurdas, acunan a sus hijos sobre su lado izquierdo. Como resultado, la mayoría de nosotros asociamos los besos con el calor y la seguridad de nuestro lado derecho.
Y… simplemente nos encantan.
Sí, nos encantan.
*AZTECATRENDS