Un grupo de jóvenes innovadores está revirtiendo la tradición, con un toque brillante y audaz en la bebida fermentada favorito de todo el mundo. Los productores de Gik recolectaron una mezcla de uvas rojas y blancas de todo el País Vasco, en España, y las mezclaron con tinte índigo y antocianina, un pigmento de la piel de la uva, para crear un vino revolucionario con un sorprendente tono zafiro.
Los viñedos de Gik se sitúan principalmente en La Rioja, Zaragoza, León y Castilla-La Mancha, pero la compañía dice que los lugares y las variedades de uva específicos no son importantes, lo que importa son las personas detrás del producto, incluyendo tanto a los productores como los viticultores.
El vino puede ser un tanto radical a la vista, pero el sabor es muy agradable al paladar: se supone que es más dulce que un tinto o blanco común, a pesar de que no contiene azúcar añadido. Cada botella tiene un contenido de alcohol del 11,5% y cuesta alrededor de 11 euros, aunque aún no está disponible en Estados Unidos. Por el momento sólo España, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Alemania puede hacer pedidos online.
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