El mes pasado, el artista Aaron Chervenak manejó de Los Ángeles a Las Vegas, Nevada, para llevar el amor por su smartphone a un nivel superior, al casarse con él en una pequeña capilla. Y sí, en caso de que se lo estuvieran preguntando, incluso le puso un anillo.
Un estudio realizado por Kaspersky encontró que una cuarta parte de las personas considera su teléfono tanto o más importante que sus padres. Para muchos de nosotros, es lo último con lo que nos relacionamos antes de dormir, y lo primero que comprobamos al despertar. Está con nosotros las 24 horas del día, los 365 días del año.
“Buscamos en él consuelo, nos calma, nos pone a dormir, alivia nuestra mente, y para mí, eso es también lo que debe tener una relación”, dijo Aaron Chervenak. “Por lo tanto, en cierto sentido, mi smartphone ha sido mi relación más larga. Es por eso que decidí probar cómo era casarse con un teléfono”.
*periodismo