Luego de conseguir su licencia, y comprar un coche de 30.000 yuanes (4.500 dólares), el hombre, de apellido Liu, decidió derrochar en la matrícula, la friolera de 1 millón de yuanes (150.000 dólares) en una placa de la suerte, que esperaba alejara los problemas de su camino.
Su plan no salió exactamente como estaba previsto, ya que fue detenido por la policía en su primer día al volante. Y ni siquiera fue a causa de su forma de conducir.
Fue la costosa placa de la matrícula, compuesta de cinco números 8 de la suerte, la que llamó la atención de los policías de tránsito. Estaban tan convencidos de que era falsa, que detuvieron el auto apenas vieron las placas.
A menos que estés familiarizado con la cultura china, esta historia, probablemente, no tenga ningún sentido. El número “8” es considerado el más afortunado en China, debido a que su pronunciación se parece mucho a la palabra en mandarín “prosperidad” o “riqueza”, y en cantonés se pronuncia como la palabra “fortuna”. Así que no es raro que los conductores ricos paguen tanto como un auto barato en las placas que contienen varios 8 como amuleto de la suerte.
*PERIODISMO