Alan Mower, oriundo de Denver y dueño de ‘La Petite Maison’, tuvo la idea para el negocio cuando estaba construyendo una casa de juegos para su hija de tres años.
“Estaba trabajando en el negocio de la construcción comercial, pero a su vez estaba construyendo una casa Wendy para mi hija al lado”, dijo. “Quería crear algo realmente elaborado para sus Barbies.”
Terminó construyendo una mansión de lujo de tamaño infantil para ella, y luego pensó en hacer lo mismo para los niños de otras personas también.
“Alan construye cada casa para crear exactamente lo que querés”, reza la página web de la compañía. “A fin de garantizar el carácter distintivo de sus diseños, Alan firma cada una de sus casas y agrega una sorpresa extra para los niños. Cada casa de juegos es una obra de arte, una pieza creada a medida y exquisitamente detallada. Nada se construye en una fábrica o en serie. Debido a esto, podemos aceptar solamente un número limitado de clientes cada año”.
*PERIODISMO