Comienzan a llegarte invitaciones a bodas (y no de familiares)
Cada vez es más común que parejas jóvenes se casen y una de esas parejas puede estar entre tus amigos. Es normal que a los veintitantos comiencen a llegar algunas invitaciones a bodas y no precisamente a la de tu tía o algún pariente cercano.
Tu peor miedo es hacienda
Así como los trámites del banco comienzan los trámites “más serios”. Es justo a los veintitantos que dejas de rendirle cuentas a tus papás y comienzas a rendirle cuentas a Hacienda, algo que sin duda asusta a todos, pues además de declarar impuestos debes de encontrar a una persona preparada y capaz para hacerlo con la que hablarás más y tendrás más discusiones que con tu propi@ novi@: ¡tu contador@!.
Tu estómago comienza a cambiar
Antes podías comer dulces, salsa, alcohol y ácido al mismo tiempo y no pasaba nada, sin embargo ahora juntar todos esos elementos en un mismo día podría traer graves consecuencias como un cuadro de gastritis del diablo o simplemente una fatal diarrea a la que no querrás enfrentarte otra vez en tu vida.