Dos cosas parecen ser cruciales para Woody: el amor entre hombres neuróticos e inseguros y mujeres dominantes… y lo fácil que es para cualquiera obsesionarse (al punto que algunos de estos personajes se tranforman en criminales como en Match Point y Hombre Irracional). En los films de Woody, el amor es como el pegote de un chicle, como una picazón que intentamos impacientemente calmar.
No puedes evitar seguir hurgando. En un segundo, dos o tres angustias se transforman en una gigante bola de nieve: ves que viene hacia ti pero nunca te alcanza del todo. Woody ha creado personajes que se sienten tan incómodos consigo mismos y que, sin embargo, entendemos a la perfección.
Más que fijarse objetivos ambiciosos, los personajes de Woody necesitan ponerse en marcha para luchar contra el tedio de tener todo resuelto.
*Taringa