Los planes del aspirante a la nominación presidencial republicana, Donald Trump, de construir un muro a todo lo largo de la frontera con México, recibió el rechazo de los alcaldes del sur de Texas. No quieren vallas que aíslen al vecino del sur, sino más cooperación, sobre todo en el campo económico.
A mediados de agosto la campaña del magnate inmobiliario presentó un documento que detalla un plan migratorio que ha había esbozado en las semanas previas y que incluye, además de la deportación de los 11.3 millones de indocumentados, la construcción de un muro a lo largo de la frontera de 3,200 kilómetros. Y aseguró que obligaría a México a pagar la obra.
En el mismo discurso propuso confiscar todos los pagos de remesas derivados de salarios fuera de la ley.
Dos semanas después, algunos alcaldes de la zona fronteriza del Valle del Río Grande, Texas, que se han alineado con los conservadores a los que coquetea Trump, dijeron a la agencia Efe que o quieren oír hablar del proyecto.
“Necesitamos proteger a nuestros socios en el sur, tenemos a mucha gente de México invirtiendo aquí y esa es la razón del éxito de Mission”.
Dijo Beto Salinas, alcalde de Mission, ciudad de 80 mil habitantes.
*Univision