Entrenador de la Selección Mexicana y estudioso de la táctica como pocos, Juan Carlos Osorio también presume alma de aficionado.
Sus recuerdos futbolísticos más añejos tienen una antigüedad de cuatro décadas, cuando a los 8 o 9 años de edad iba a las canchas colombianas para ver al Deportivo Pereira, Once Caldas o Deportes Quindío, acompañando a su padre que en la región cafetalera era visitador médico.
“Cada ocho días ese era el plan, era el esparcimiento de él, aparte de tomarse sus buenos tragos, de ir al futbol, íbamos siempre a la fecha que correspondía porque era alterno, se jugaba cada ocho días en una ciudad diferente”, relató.
Con un espíritu similar recorre ahora los estadios de la Liga MX para observar jugadores en su papel de seleccionador.
“Afortunadamente todavía conservo la pasión de ver juegos y disfruto mucho de cada fin de semana de ir a ver los partidos”, aseguró. “Creo que más que un trabajo es casi lo que más me gusta hacer”.
*MEDIOTIEMPO