Toda mujer desea ser exitosa, pero este concepto no se trata del dinero, del trabajo o de cumplir metas en el menor tiempo posible, pues a veces olvidamos que nadie nos está correteando y somos nosotras quienes determinamos nuestro propio valor. Hablemos de las señales de que te irá bien en la vida, tu futuro es brillante.
Mientra crecemos vamos ideando las metas que definirán nuestra vida, muchas veces hasta nos ponemos límites de edad, a tal edad tener la carrera terminada, nuestra casa, formalizar la relación de pareja, tener hijos y hay ocasiones donde la vida simplemente ocurre y nos retrasa o nos cambia los planes.
Lo primero que debemos recordar es que todos tenemos tiempos diferentes y que la validación a lo que hacemos no viene de los demás sino de nosotros mismos, entonces, ¿cómo puede ser tu futuro con base a lo que vives ahora? Tu situación actual no necesariamente lo determina, sino tu actitud.
No solo las mujeres, toda persona es capaz de identificar rasgos que nos confirman que vamos en la dirección correcta y estos pueden cambiar por fuera, pero en su raíz, son iguales para todos. Algunas de las señales de que tendrás un futuro brillante radican en tu inteligencia emocional y se dan en puntos como estos:
SABES QUE LA VIDA PERFECTA NO EXISTE
Tu inteligencia emocional no se define por tu edad sino por tu forma de ver la vida y entiendes que lo perfecto no existe, que siempre hay un margen de error y que incluso en los fracasos hay grandes aprendizajes, pero no te desanimas, sigues creyendo y trabajando en ser la mejor versión de ti.
SABES TRABAJAR MUY DURO PERO TAMBIÉN DESCANSAR
Entiendes que lo mejor de la vida no llega fácil pero así como puedes trabajar mucho, entiendes que por tu bienestar debes poner límites y darte tus momentos para descansar, reflexionar y replantear, reconoces que no siempre tienes la razón y que tampoco está mal pedir ayuda, no dejas que el orgullo ni tu sentido de competencia te controlen.
HAS SUFRIDO PERO NO VIVES EN EL PASADO
Es como chip activado por tus experiencias más amargas, la gente que te falló, lo que te salió mal, pero no revives esas experiencias, lo tomas como una lección que te motiva a mejorar lo que te corresponde para no repetirle, no te avergüenzas ni lo niegas, lo ves como parte de ti.
HACES LO QUE AMAS CON HUMILDAD
Sabes que la validación viene de ti y no de lo que digan los demás, por eso reconoces tus talentos, los disfrutas y no sientes la necesidad de que otros celebren cada uno de tus pasos, lo haces por y para ti.
TE INCOMODAS RÁPIDAMENTE
Te has convertido en una persona que no se conforma, en una persona con hambre de vivir, de nuevas experiencias y no te riges por lo que hagan otros sino por las metas que has establecido.
SABES LO QUE QUIERES DE LA VIDA AUNQUE AÚN NO LO TENGAS
Eres consciente de que aunque no sabes la ruta sabes a dónde quieres llegar y por eso eres capaz de probar varias rutas, sabes que la felicidad también se encuentra en el camino.
ERES CONSCIENTE DE LO QUE DEBES MEJORAR COMO PERSONA
Reconoces lo mejor de ti, pero también esas áreas de oportunidad y aunque aún no les domines del todo, son algo en lo que no dejas de trabajar.
DICES LO QUE PIENSAS Y LO QUE SIENTES
Has dejado de guiarte por el qué dirán y aunque sabes actuar con respeto hacia ti y los demás, no aceptas las cosas que no te agradan, le das poder a tu voz y a lo que sientes.
NO LE TEMES A LOS PEQUEÑOS SACRIFICIOS
Sabes que lo mejor de la vida no será sencillo y tal vez ni siquiera rápido, pero no temes sacrificar un poco de lo que tienes por conseguir algo mejor, sabes poner límites y en dónde invertir tu tiempo y esfuerzo.
CADA DÍA TE CONVIERTES EN UNA MEJOR PERSONA
No importa si son pasos lentos y chiquitos, pero son muy firmes y cada día vas sumando un poco a ser la mejor versión de ti.