Si se fuera, te quedarías en la calle.
Si ya se divorciaron, con cualquier pretexto te deja de dar dinero.
Así te puedes defender…
A lo mejor tú y tu pareja han tenido este tipo de pláticas: “como yo traigo el dinero a la casa, yo decido en qué se gasta”, “En tu casa nunca te enseñaron a manejar el dinero, dámelo y yo decido”. “Mira mi amor, construye encima de mi terreno, tú compra los materiales e inviertes, conmigo estás segura”.
Cuando dejas que tu pareja se haga cargo por completo de tu seguridad económica, le estás dando el poder. Todos los ejemplos que acabas de leer existen. Y todos son de violencia económica.
TIPOS DE VIOLENCIA ECONÓMICA O ABUSO FINANCIERO
-Prohibirle a la pareja que trabaje.
-Sabotear las oportunidades de trabajo, acosando a la víctima en el lugar de trabajo o haciéndola perder su empleo, por ejemplo, golpeándola antes de juntas importantes o entrevistas.
-Controlar la manera en que se gasta el dinero.
-No permitir que la víctima tenga cuentas bancarias propias ni acceso a las cuentas de la pareja.
-Condicionar el pago del gasto familiar o de la pensión alimenticia.
-No incluir a la víctima en las decisiones de ahorro o inversión.
-Prohibirle que vaya a oportunidades de entrenamiento para el trabajo.
-Obligar a la víctima a firmar cheques o a hacer declaraciones fiscales fraudulentas.
-Endeudarse por grandes cantidades con cuentas en conjunto, sin consultar.
-No contribuir al ingreso familiar.
-Esconder propiedades o fondos para no pagar necesidades básicas como alimentos y medicinas.
-Robarle la identidad, las propiedades o las herencias.
-Obligar a la víctima a trabajar en el negocio familiar sin pagarle.
-Negarse a pagar deudas y manchar el historial crediticio de la víctima.
-Negarse a pagar la pensión alimenticia o manipular el proceso de divorcio escondiendo fuentes de ingreso.
Sorprendente ¿no crees?