Aunque no lo creas, lo más difícil de empezar un proyecto… ¡es justamente empezarlo! Te decimos cómo encontrar la mejor motivación para trabajar de una vez por todas en tus metas.
Sabemos que suena un poco extraño, pero aunque no lo creas, lo más difícil de empezar un proyecto y alcanzar una meta… pues bueno, es justamente EMPEZAR ese proyecto. Dar los primeros pasos, las planeaciones, además de que es un momento en que todas las dudas del mundo llegan a ti.
Sin embargo, también es el mejor momento para hacerte de armas y herramientas para motivarte y seguir adelante. A diferencia de la escuela o el trabajo, donde alguien estará monitoreando tus progresos, los proyectos personales sólo dependen de ti, y eso es lo que los hace más difíciles. ¡Pero calma! Si como nosotras te has preguntado «¿Cómo empezar a hacer algo?» Aquí te decimos dónde encontrar la motivación perfecta para alcanzar tus metas.
PLANEA POR ESCRITO
¿Tienes un montón de ideas? ¡Eso es lo importante! Sin embargo, no hay mejor manera de organizar las ideas que viajan en tu cabeza a la velocidad de la luz, que aterrizarlas en papel o en tu computadora o celular. No creas que de tu cabeza al papel ya tendrás un plan de acción inmediato y listo para llevar a cabo, ¡esto es sólo el inicio! Imagina que estás trabajando en un mapa: lo vas elaborando poco a poco, empezando por bosquejos, luego detallando y finalmente añadiendo los toques finales. ¡Este primer paso es esencial!
DIVIDE LAS TAREAS DE TAL MANERA QUE NO ACABES EXHAUSTA
Por más que estés emocionada por un proyecto, trata de organizar todos los pendientes y tareas de tal manera que no te abrumes ni te canses. Si las metas son muy ambiciosas y parecerían imposibles o que deben ser cumplidas en tiempo límite, lo mejor es dividir los pendientes para que no te agotes y abandones todo.
Por igual, tú te conoces mejor que nada. Si eres morning person, deja las tareas pesadas para las primeras horas del día y deja lo ligerito para la tarde.
Si eres búho nocturno, empieza tu día con los pendientes y detallitos ligeros, y en la tarde dedícate a lo elaborado. ¡Conocer tu propio ritmo de trabajo será esencial!
FELICÍTATE ANTE LOS PENDIENTES CUMPLIDOS
¡Eres tu mejor porrista! Y así hayas cumplido UNA tarea, felicítate y mantente motivada. De verdad, aunque sólo hayas adelantado un poquito, es mejor que no haber hecho nada, ¿no crees? Puedes anotar en tu agenda lo bien que lo hiciste, o nada más satisfactorio que tachar todos tus pendientes.
NO TE SATURES
Si piensas dedicarte TODO el día a algo, no olvides los pequeños descansos. Si estás horas y horas frente a la computadora y te saturas, difícilmente te mantendrás motivada. Planea descansos de 15 minutos cada 45 que trabajes, y eso es bueno para tener buen ritmo.
NO TE COMPARES
Si eres de las que ve todo el tiempo lo que hacen los demás e incluso te haces cuentos mentales de que «con ellos se ve fácil» ¡NO! Suelta el celular. Créenos, todos los proyectos implican esfuerzo y dedicación; que tú sólo veas el resultado final, no implica que alguien más no haya invertido esfuerzo (y lágrimas) en algo. Quítate eso del paso, y concéntrate en lo tuyo.
ESFUERZO, NO PERFECCIÓN
Sabemos que seguro eres detallista y buscas que todo sea perfecto… pero ve paso a paso. Si sólo te enfocas en la perfección pero no en otras cosas como mejorar, aprender en incluso disfrutarlo, el camino se hará muy pesado. Lo perfecto llega con el tiempo, así que mejor disfruta el camino y evoluciona con tus metas.