¿Es verdad o no que nuestras emociones están ligadas a los achaques que nomás no nos dejan en paz?
No hay duda, cuando algo te trae de encargo emocionalmente puede ser que la última válvula de escapa sea el dolor físico. Y es que, el cuerpo es tan sabio que busca sí o sí la forma de manifestarse pa’ que le hagas caso.
Dolor de cuello:
aunque no lo creas se asocia con la carga de frustración y rencor. Así que si últimamente sientes rigidez en la zona, ponte a pensar quién te hizo enojar y por qué te quieres desquitar.
Dolor de cabeza:
el máximo indicador de estrés y cansancio. Estar a punto de tomar una decisión importante, mucho trabajo, sentir preocupación o llevar días sin dormir bien pueden ser la causa.
Dolor de estómago:
si ya es algo crónico se asocia con problemas que no puedes resolver, también el estrés puede manifestarse aquí.
Dolor lumbar:
se cree que el dolor en la zona lumbar se genera por problemas financieros, deudas y poca estabilidad económica.
Dolor de hombros
: si eres una persona que carga hasta con los problemas que no le tocan, probablemente el dolor de hombros no te deja vivir en paz. Aprende a soltar tanto lo que es tuyo como lo que no te toca.
RECUERDA QUE ABSOLUTAMENTE NADA REEMPLAZA EL DIAGNÓSTICO DE TU MÉDICO O ESPECIALISTA DE CONFIANZA. NINGÚN DOLOR ES NORMAL, ASÍ QUE DEJA LA DESIDIA Y LÁNZATE AL DOCTOR.