Ni físico ni emocional, en ocasiones la vida nos presenta situaciones para las que no estamos preparados y si es así, debemos darnos el tiempo de sanar, perdonar y seguir.
Detente, no es tu trabajo cuidar de los demás a costa de tu bienestar. Muchas veces la vida nos pone en situaciones que no nos corresponden, pero buscamos la forma de seguir, por ejemplo asumimos el papel de padres cuando no nos toca y nos duele ver que quien debería dirigirnos se cae a pedazos.
El asunto no termina ahí, muchas veces asumir el rol equivocado tiene consecuencia en otras de nuestras relaciones, amistades, pareja, en el proceso de crear nuestra propia familia y así podemos continuar sin cerrar el ciclo, exponiéndonos a más dolor. ¿Hasta cuándo vas a sanar?
Es muy difícil, no tenemos a quien culpar, no siempre encontramos la ayuda adecuada, pero enfrentarnos a esa tarea titánica va enterrando lo bueno de nuestro ser, nuestras ilusiones, nuestros sueños y podemos acostumbrarnos a esa vida ajena. Sí, la llamo ajena porque no te corresponde y te hace olvidar todo lo bueno que mereces.
¿Y si pusieras un alto? Lo puedes hacer. Con el paso del tiempo conocerás a gente valiosa que puede ayudarte y sobretodo, encontrarás el tiempo para dedicarte a sanar, a perdonar y a seguir, pero lo más importante es que decidas hacerlo.
Debes entender que siempre puedes recrear las cosas, que el pasado no se puede cambiar pero que ya no eres necesaria ahí sino en tu presente y que desde ese momento en adelante tienes la posibilidad de hacer las cosas diferentes.
La vida no siempre es justa y puede colocarnos en situaciones donde nos convierte en víctimas de consecuencias que no tienen nada que ver con nosotros, pero aún así no puedes dejar que eso controle siempre, tienes derecho a ser feliz.
PRIMERO TÚ Y DESPUÉS TODO LO DEMÁS
Sé que es doloroso, pero no puedes seguir mientras no sanes, no podrás tener algo mejor si no haces las paces con tu pasado y con todas las situaciones que te obligaron a cuidar de otros y te robaron la oportunidad de una vida como la de los demás.
Nadie tiene una vida perfecta, pero sí la capacidad de crear la mejor posible con sus decisiones, pues es ahí donde muestras tu verdadera fortaleza. Perdónate a ti por lo que pasó, por lo que no fue tu culpa, por haber dado tanto a quien te dio poco y luego perdónalos a ellos por lo que hicieron, no cambia lo que pasó pero te ayuda a entender.
Necesitas estar bien por ti y por todos aquellos a quienes ames, para tener la fuerza de poner límites, de decir que no, de no repetir historias o crear una peor, las posibilidades existen, solo necesitas elegirlas. Todo pasa y el sol siempre espera en el mismo lugar, detrás de las nubes aún cuando estén llenas de tormenta.
