Desde el 2008 y hasta el 2019, James Spears ha tomado el control total de la vida de Britney. Desde asuntos personales como relaciones de noviazgo, hasta su salud y sus asuntos financieros relacionados con su carrera profesional.
La situación entre Britney y su padre James, estalló el año pasado cuando por primera vez en la década la estrella del pop fue personalmente a la corte para defender su caso de libertad. Ahí, Spears argumentó que su papá la envió a un centro de salud mental en contra de su voluntad y que alteró sus medicamentos intencionalmente.
Fue a finales del año pasado que James renunció temporalmente a la tutela de Britney para atender asuntos personales de salud mientras que Jodi Montgomery, una conservadora profesional, intervino por el momento. Pero ahora, su padre amenaza con volver y Britney no lo quiere permitir.
Al parecer, la disputa puede llegar a su fin muy pronto si es que encuentran a Britney Spears en condiciones para manejar su vida nuevamente. Hasta el momento del juicio, sólo queda esperar al veredicto.
*SOPITAS