Si deseas cuidar tu salud y fortalecer tu belleza, el jugo de apio será uno de tus más grandes aliados por sus grandes beneficios, además es muy fácil de preparar.
Has escuchado hablar de los jugos verdes? Ahora que hay más información sobre la importancia de una buena alimentación, esta bebida se ha vuelto una de las más populares y sin duda el apio es un ingrediente estrella. Lo que no sabías es que por sí solo es un gran remedio casero, estos son los beneficios del jugo de apio en ayunas.
El apio es usado en la preparación de varios alimentos, incluso es una opción para botana saludable, pero si recurres a su jugo también puedes gozar de grandes beneficios, por ello es un constante consejo de belleza en revistas o recomendaciones de nutriólogos.
Es importante recalcar que el jugo de apio por sí solo no funcionará de forma milagrosa, debes complementarle con una buena alimentación y acudir al médico si notas incomodidades después de tomarlo, pero es muy bajo el porcentaje de alergias, por ello su gran popularidad.
El jugo de apio posee beneficios para tu salud y belleza como:
- Combatir la retención de líquidos.
- Elimina toxinas y desintoxica el cuerpo.
- Combate el estreñimiento.
- Combate gases e hinchazón abdominal.
- Reduce los malestares del periodo menstrual.
- Reduce la acidez estomacal.
- Regula la presión arterial.
- Reduce el apetito.
- Por su contenido de magnesio ayuda a reducir los niveles de estrés.
- Combate la celulitis.
- Ayuda a limpiar los riñones.
- Contiene propiedades antiinflamatorias.
CÓMO PREPARAR TU PROPIO JUGO DE APIO
Para preparar el jugo de apio y disfrutar de sus beneficios solo necesitas licuar un tallo de apio con un vaso de agua y tomar, si el sabor te resulta muy fuerte puedes agregar un poco de manzana verde y/o piña. Lo mejor es tomarlo en ayunas para disfrutar de sus beneficios a lo largo de tu día, dos veces por semana.
Recuerda que cuando tomas el jugo concentrado de una fruta o una verdura aumentas la ingesta de azúcares naturales, por ello debes consumirle con moderación. Ante cualquier duda, consulta a tu médico de confianza.