Aproximadamente un 75% de las personas inclinan la cabeza hacia el lado derecho para besar.
Con cada beso liberamos adrenalina, endorfinas y oxitocina en la sangre, lo que provoca el aumento el ritmo cardíaco del cuerpo. A su vez, combate la depresión y el mal humor.
Es más, según el investigador alemán Arthur Szabo, todas aquellas parejas que se besan antes de irse a trabajar ganan un 25% de dinero más y aumentan su esperanza de vida en cinco años. ¿El motivo? Porque inician el día con una actitud más positiva.
Las personas podemos pasarnos hasta dos semanas de nuestra vida besando. Concretamente, hablamos de una media de 336 horas.
¿Por qué cerramos los ojos durante el transcurso de un beso? Porque nuestro cerebro así nos lo pide al dilatarse enormemente las pupilas. También lo hacemos porque nuestros ojos no pueden enfocar nada tan cercano como un rostro humano a escasos milímetros, así que de esta forma evitamos mirar una mancha borrosa frente a nosotros.
El primer beso en una película se capturó en 1896 y lo protagonizaron John C. Rise y May Irwin en el largometraje llamado El beso.
El deseo de besar ya tiene un nombre científico: filemamanía.
Así pues, ¿a qué estás esperando? Si quieres ser más feliz, quemar calorías y protegerte de enfermedades, empieza a repartir besos a diestro y siniestro.
FUENTE: http://prodigy.msn.com/