Florence Nightingale de origen Italiano dejó una huella en la enfermería ya que su vocación la llevó a crear propuestas de sanidad para los enfermos y la sociedad en general, lo cual la volvió popular en la Guerra de Crimea.
Gracias a la supervisión de su padre en su educación, Florence se volvió poliglota dominaba el Inglés, Francés, Italiano y Alemán, entre otros idiomas, sin embargo este mismo se negaba a que realizara labores de auxilio a la sociedad, pues en aquella época era visto como un trabajo para gente de bajo status social.
Su esfuerzo llegó a oídos de todo Reino Unido cuando la prensa se enteró de que cuidaba a los soldados heridos y fue galardonada con un broche de la Reyna Victoria como símbolo de agradecimiento a sus labores humanitarias. Pero su legado no terminó ahí pues en 1860 fundó la una escuela para enfermeras The Nightingale School que actualmente se encuentra en funcionamiento en el estado de Taverham del Reino Unido.
Además hizo un libro en donde plasma los cuidados y atención al paciente e influyó en mejoras sanitarias incluso fuera de los hospitales, ya que su activismo obligó a los edificios a conectarse al drenaje principal. Por si fuera poco se convirtió en la primera mujer en hacerse miembro de la Orden de Mérito conformada por personas que han dejado una huella en ámbitos científicos y sociales.
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