La película Bright, recién estrenada por Netflix y en la que sus protagonistas son Will Smith y Joel Edgerton es, por todos los medios, una mala película.
Una película fantástica de policías sobre un humano (Smith) y un orco (Edgerton) que hacen equipo para recuperar una varita mágica que toda la comunidad de magos muere por obtener. Bright nunca dio indicaciones de que sería una buena película (el tráiler, si mal no recuerdas, termina con una mala broma de Black Lives Matter sobre hadas y raramente deja implícito que Will Smith es racista con ellas). Sin embargo, nada de eso importa, porque millones de personas la vieron y ahora tendremos una secuela.
Debido a que Netflix no comparte cifras reales sobre cuánta gente ve sus shows y películas, nadie puede tener por seguro qué tan grande fue el éxito de Bright, pero un estimado de Nielsen pone el número de 11 millones, con respecto a la cantidad de personas que vieron Bright en su semana de estreno (por lo menos hay cerca de 100 millones de personas suscritas a Netflix a nivel mundial).
Según Variety, no existe fecha de lanzamiento para la secuela, pero sus estrellas y el director David Ayer estarán de regreso. Esta vez, el escritor Max Landis queda fuera, lo que significa que (esperamos) ya no habrá más chistes en los que se comparen las vidas de las hadas en un mundo ficticio con la de los afroamericanos en Estados Unidos.
*GQ